Ya no me sorprendo
Ya no me sorprendo, porque sus bocas vomitan futilidades.
Ya no me sorprendo, porque sus caminos son estrechos.
Ya no me sorprendo, porque sus estancias en sus rutinas no germina innovaciones.
Ya no me sorprendo, porque aun creen que existe una sola mera via por andar.
Ya no me sorprendo, porque en ellos no hay sorpresa.
A ti te siguen sorprendiendo?